Tal como lo habían anunciado el sábado anterior, cuando el grupo de participación social “Jojutla somos todos” pasó a conformarse un frente ciudadano, ayer, alrededor de las 10 de la mañana, se presentaron aproximadamente 80 personas en la explanada del zócalo para protestar por las deficiencias del gobierno.

Algunos ciudadanos pudieron hacer uso de los micrófonos, en los que deploraron la gestión del actual gobierno en materia de agua potable, servicios públicos e inseguridad, entre otros. Posteriormente, una comitiva formada por Raúl Mendoza, Marcos García, José Luis Figueroa y Lázaro Herrera se entrevistó con cuatro regidores (Gerardo Barrios, Gregorio Rosas, Elieal Domínguez y Enrique Reza) y la síndico municipal, Alejandra Rodríguez –el alcalde no estuvo presente–, en el salón de cabildos, ante quienes plantearon el pliego de peticiones que resumen las demandas presentadas en el foro ciudadano del pasado 16 de abril.

Antes, se dio una leve discusión por la presencia del secretario particular del alcalde, Juan Manuel Guzmán, que los ciudadanos pedían se retirara, pero al final se quedó, pero sin voz ni voto.

Raúl Mendoza leyó las conclusiones del foro, resumidas en tres apartados. El primero, demandas sociales; el segundo, demandas de gestión y obra pública, y el tercero, demandas políticas. Además, solicitaron que depongan del cargo a Carlos Vargas, César Bahena, Enrique Reza (aunque éste es regidor), Víctor Manuel Martínez y Antonio Tapia Uribe, por su “omisión, prepotencia o intimidación”.

Asimismo, se les hizo entrega de la memoria del foro con las ponencias de los ciudadanos a los regidores.

“Lo que pedimos es un cambio de actitud, un gobierno que escuche y dialogue”, apuntó José Luis Figueroa.

La síndico Alejandra Rodríguez recibió el documento y se quejó de que ha habido expresiones de denuestos en contra de los integrantes del cabildo y argumentó que el Ayuntamiento ha enfrentado problemas financieros generados en administraciones pasadas.

Lázaro Herrera –quien ya fue regidor– resaltó que en el municipio no hay orden, ni se informa de los programas en que está trabajando y los regidores no hacen su labor, quizá por miedo a que dejen de pagarles.

El concejal Gerardo Barrios dijo que ellos dejan que los ciudadanos se expresen, pero piden respeto y aquí la respuesta fue inmediata de los ciudadanos: “El respeto se gana”, le dijo uno; otro señaló que los regidores usurpan funciones y tienen altísimos ingresos, lo que es una falta de respeto para los ciudadanos.

“No hay respeto, cuando el Ayuntamiento hace una marcha pagada, que el funcionario Fiacro (Trujillo) nos grite y otros nos hablen en cierto tono”, le respondieron al concejal.

Finalmente, la síndico ofreció que el próximo 20 de mayo darán respuesta por escrito al pliego de peticiones.