Para construir un mejor panorama, dice Kenya Cuevas, defensora de los derechos trans.
Jojutla.- Desde los nueve años, Kenya Cytlaly Cuevas Fuentes, mejor conocida como Kenya Cuevas, se asumió como mujer y desde entonces ha tenido que enfrentar la adversidad, al sistema, la institucionalidad y la sistemática violación a los derechos humanos de las personas trans. Por eso decidió convertirse en una luchadora de los derechos de este sector de la población.
Activista de los derechos humanos en México y fundadora de Casa de las Muñecas Tiresias, AC, una organización que lucha por la igualdad de derechos de las personas transgénero y transexuales en el país, Kenya se presentó la tarde de este martes en la Escuela de Estudios Superiores de Jojutla, con la ponencia “Resiliencia y superación personal”.
“Toda mi vida es de resiliencia”, dijo antes de narrar toda la violencia que sufrió precisamente desde los nueve años, cuando falleció su abuela.
Kenya, de 49 años, compartió su historia personal de lucha y superación y destacó la importancia de trabajar juntos para lograr la igualdad de derechos para las personas trans.
Actualmente Kenya es una figura destacada en la lucha por los derechos de las personas trans en México. En 2019, su activismo logró que el transfeminicidio de su compañera Paola Buenrostro fuera reconocido como el primer caso de esa categoría, por la Comisión de Derechos Humanos del entonces Distrito Federal.
Su trabajo ha sido fundamental para llamar la atención sobre la violencia y la discriminación que enfrentan las personas trans en México y para trabajar por la igualdad de derechos para esta comunidad.
Además de trabajar a favor de los derechos de las personas trans, la labor de Kenya ha ido más a profundidad, pues también tiene albergues –uno de ellos en Morelos– e incluso recupera cuerpos de personas trans que nadie reclama, ni siquiera sus familiares.
“Ustedes son toda mi esperanza, ustedes son una generación que vienen a dar una pauta a la discriminación, son una generación que va a impactar en la república generando un cambio, en los derechos integrales que busquen convicción y no intereses; esta juventud lo tiene todo, y esto puede ser real si su corazón así lo desea… Mi mayor venganza va a ser que todas seamos felices”, dijo al final de su exposición a los jóvenes estudiantes –en su mayoría– que conformaban la audiencia.