Como se recordará, a mediados de agosto, el rastro fue cerrado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) debido a la marcada insalubridad con la que operaba.
El municipio se comprometió a corregir la situación y con un costo estimado de 400 mil pesos –de los cuales los tablajeros aportarían la mitad– se iniciaron los trabajos de mejora del inmueble, con fecha de terminación del 25 de septiembre.
El 20 de septiembre, en el boletín 286, el Ayuntamiento aseguró que a esa fecha, la rehabilitación del rastro municipal presentaba avances del 80 por ciento. En el comunicado señalaba que la colocación de mosaico y aplicación de pintura y el área de matanza “se encuentra prácticamente terminada”.
El jueves de la semana pasada, el regidor de Servicios Públicos Municipales, Antonio Guerrero Yáñez, aseguró que el rastro estaría listo en la fecha pactada, e incluso afirmó –e insistió– en que el avance era del 95 por ciento. El propio concejal admitió que por las noches se estaba realizando matanza de reses, aun en las condiciones en que se encuentra el rastro.
En el comunicado 291, el municipio informó ayer que en realidad el avance es del 70 por ciento, y no da fecha probable de terminación de los trabajos.
“La mañana de este lunes el presidente municipal Enrique Retiguín Morales acompañado por la coordinadora general del sistema estatal sanitario, Laura Tovar Calderón, realizó un recorrido por las instalaciones del rastro municipal para supervisar el avance de los trabajos de remodelacion que sugirió llevar a cabo la Cofepris, desde el pasado 17 de agosto. A la fecha, manifestó la funcionaria estatal, los trabajos llevan un avance del 70 por ciento”, señala el boletín.
Agrega que las obras “impactarán de manera directa en la salud de la población”, y comentó que aún quedan observaciones por solventar, “que se tendrán que cumplir para lograr la reapertura del lugar”.
El comunicado no informa cuándo estará listo el rastro para dar servicio regularmente y no sólo de noche.