Noé Castillo Torres, ayudante de la citada población, explicó que en el último año y medio se han incrementado de manera alarmante los robos a viviendas, sin que las autoridades puedan detenerlos.
“Hablamos de que en los 18 meses recientes, se han registrado entre 30-40 robos de todo tipo de artículos, desde escaleras, bombas de agua, tanques de gas, de todo; y a cualquier hora del día. Las 24 horas son buenas para los malandrines y para hacer daño a los vecinos”.
Comentó que se reunió ya con el director de seguridad pública del municipio para expresar la molestia de los colonos, pues incluso los “malandrines” están identificados. “Son personas que viven tanto en la Emiliano Zapata como la 20 de Noviembre”.
Sin embargo, reconoció que pese a reconocer a sus victimarios, no han presentado ninguna denuncia penal ante el ministerio público porque “no hay resultados”. “La gente dice que es perder el tiempo poner denuncia, porque no hay una respuesta contundente; además estos tipos se la saben de inicio a fin, cuando hay una denuncia, lo que hacen es irse unos meses del lugar, regresan después y no pasa nada”.
Refirió que como ciudadanos, y para ayudarse, han puesto en marcha el “operativo silbato”. “Tenemos alrededor de 30-40 silbatos entre los vecinos; cuando pasa algo y nos damos cuenta del ilícito, se tocan los silbatos para dar la voz de alarma. Hasta el momento, sólo hemos ahuyentado a los que hacen el daño, no hemos detenido a nadie”.
Adelantó que esta situación podría generar problemas mayores si la Policía Preventiva no actúa, porque la gente está molesta, y citó como ejemplo que en esta semana, un joven pretendió meterse a una casa a robar, fue sorprendido y el propietario de la vivienda llamó a sus vecinos, llegaron alrededor de 50 y fueron a buscar al joven a su domicilio, el cual ubicaron al interior en estado “inconveniente”, pero su familia lo negó.
“El malestar es bastante, esperemos que se apacigüe un poco la situación con las nuevas medidas que se van a hacer, para evitar algo que lamentar, porque además quienes pierden (si realizan alguna acción contra los delincuentes) son los propios dañados, los perjudicados llevan las de perder”.