Pese a las advertencias de posibles hechos de violencia, la población no se dejó intimidar y acudió a las urnas para votar por el candidato de su preferencia.
Un factor común casi en toda la región, fueron los señalamientos de apertura tardía de las casillas. En algunos casos, fue más de una hora de espera de los votantes para ejercer su derecho. Desde temprano, mucha gente llegó a votar, por lo que se formaron largas filas que permanecieron hasta avanzado el mediodía
Durante toda la jornada electoral, se escucharon acusaciones de acarreo, compra del voto y entrega de despensas, que en su mayoría fueron desmentidos por los propios acusados.
También hubo confusión con quienes realizaban encuestas de salida, ya que en Tlaquiltenango y Tequesquitengo fueron acusados por parecer sospechosos, ya que manejaban documentos y portaban una mochila. En sendas localidades, la policía municipal detuvo a una persona, pero se acreditaron y confirmaron que no hacían nada indebido, por lo que quedaron en libertad.
Debido a que fueron elecciones coincidentes, se dieron algunas confusiones, tanto para distinguir la elección federal de la estatal, como para votar, ya que cada partido participó con su candidato, aunque fuera común. Tampoco hubo muchos reclamos por los lápices que se usaron en la elección federal, en lugar de los crayones, que sí se usaron en la estatal.
Además de los señalamientos de todo tipo, prácticamente no se dieron acerca de introducir teléfonos celulares a las casillas para tomar fotografías –lo que no significa que no ocurrió.