En un comunicado, el Ayuntamiento informó que “ante la falta de liquidez económica que representa la tesorería municipal, debido a la drástica reducción en las participaciones que se entregan a los ayuntamientos en Morelos, por parte de los gobiernos federal y estatal, se procedió a un recorte de personal, como medida previsoria (sic) a la continuidad y cumplimiento de los servicios públicos básicos para la sociedad.

“El primero de los cortes programados, se ejecutó en la quincena del 1 al 15 de julio, dándose a conocer que de ser necesario podrían darse otros complementarios para sanear las finanzas municipales y así poder atender puntualmente los requerimientos sociales, así como la certeza de entregar una administración con la menor cantidad de pasivos posibles. Fueron un total de 60 trabajadores del ayuntamiento de las diferentes áreas del quehacer municipal de quienes se prescindió su servicio, ante lo cual el departamento jurídico y la tesorería buscarán un arreglo económico entre las partes para dar por finiquitada su labor y servicio…”

Esto generó la reacción de los trabajadores, quienes demandaban el pago de su última quincena, pues a los que habían despedido, no les pagaron y les dijeron que lo harían, pero junto con dos quincenas más como indemnización.

La mañana de ayer acudieron a entrevistarse con el alcalde José Carmen Cabrera Santana, quien, previo a un diálogo con los empleados, concedió entrevistas a los medios.

En conferencia, el edil defendió la medida, pues aseguró que tuvieron que hacer ajustes para mantener la operatividad. “Son ciclos que se tienen que cumplir”, dijo, pero son “situaciones que se tienen que atender antes de que no pudiéramos cumplir”.

Cabrera Santana apuntó que se revisará la situación jurídica en cuanto a finiquitos de cada empleado en particular. En cuanto al pago de la última quincena, expuso que sería parte del convenio que buscarían realizar con cada trabajador, aunque éstos estarían en su derecho de seguir otros cauces jurídicos, si no están de acuerdo. Advirtió que si el tesorero lo solicita, podría haber otro ajuste de personal.

Aseguró que fueron el secretario y el síndico, junto con el jurídico, quienes hicieron la evaluación y decidieron quién salía de la administración.

Posteriormente, un grupo de trabajadores se reunió con el edil a puerta cerrada. Al salir, a nombre de los trabajadores, Moisés Ocampo destacó que su inconformidad era porque no les pagaron la pasada quincena del primero al 15 de julio y que luego de la plática con el presidente municipal, acordaron que este viernes les cubrirían el pago.

“En cuanto a lo demás (las liquidaciones), cada quien podrá hacer lo conducente. Se acercarán al jurídico y cada quien revisará su caso. Porque cada uno es diferente, ya que hay quienes tienen tres, cinco o más años trabajando.”

Por su parte, admitió que hay ciclos que se tienen que cerrar, además de que el municipio atraviesa por dificultades económicas.