Primero fue el municipio de Tlaquiltenango, el que utilizó un predio al aire libre, y a unos metros de donde pasa el río, para depositar la basura que reenvía después al relleno sanitario de Cuautla. En ese municipio, la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente (CEAMA) cerró el tiradero al aire libre que estaba en la comunidad de las carpas hace unos meses. Ahora el tiradero, que llaman “centro de transferencias” ha crecido hasta tapar un camino y llegar a la carretera Jojutla-Huautla.
Pepenadores del lugar, confirmaron ayer que cada vez es más largo el periodo en el que llegan los camiones para llevarse la basura. Ahora se requiere de maquinaria pesada de mayor capacidad para retirar los desechos.
Un pepenador apuntó que gracias a la separación de desechos, la basura se reduce hasta un 40-50 por ciento, pero aun así, está creciendo el volumen de basura.
Poco después, también Tlaltizapán, ante el cierre de un tiradero controlado particular, adquirió un predio para desarrollar en el futuro un relleno sanitario, pero mientras, deposita también ahí, al aire libre, sus desechos de manera temporal.
De la misma manera, en las últimas semanas, el ayuntamiento de Jojutla está depositando sus desechos en un predio diferente al tiradero autorizado, ubicado justo a la entrada del mismo, debido a que la basura ya no cabe en el tiradero. Desde hace unos meses, el ayuntamiento ha tenido que contratar camiones para aliviar la gran cantidad de basura que se genera diariamente.
Sin embargo, por falta de recursos, no ha contratado los suficientes y ha recurrido a depositarla al pie de la carretera para de ahí recargarla en camiones y enviarla al relleno de Cuautla, pero se ha acumulado un volumen importante que está generando malos olores y problemas con el ganado.
Aunque la CEAMA informó de manera oficial que el relleno sanitario regional, construido con recursos del orden de los ocho millones de pesos del gobierno del estado, ya fue entregado al organismo operador, integrado por los tres municipios participantes (se ubica también en el poblado del Higuerón, a unos cientos de metros del tiradero actual) éste aún no entra en operación.
En el proyecto están integrados los municipios de Jojutla y Tlaquiltenango, junto con el de Zacatepec, pero aún no se definen las reglas de operación, debido a que también hay objeción de parte de los vecinos de El Higuerón y colonias aledañas, que no quieren que sea regional, sino municipal.
En tanto los “centros de transferencia”, crecen en volumen de desechos al aire libre.