En rueda de prensa, Paola González Rangel, estudiante del Tecnológico de Zacatepec, refirió que ella y su hermana Ana Lilia fueron animadas, hace meses, a meter solicitud de una beca de estancia del gobierno federal por tres meses. Al final, presuntamente le dieron la beca, pero nunca la cobraron.
“Le entregué mis papeles al señor Cuauhtémoc Mendoza Arellano, de la Central Campesina Cardenista, hace como cuatro meses, pero es la fecha en que no nos ha entregado la tarjeta (donde les depositan el dinero) y ya hasta se deslindó y nos manda decir que él no tiene compromiso con nosotras de nada porque, según él, no le entregamos los papeles.”
Destacó que Mendoza Arellano se ostentó como integrante de la CCC –y también es miembro del movimiento “#YoSoy132”– y les dijo que al entregarle los papeles a él, la beca sería segura, porque esa organización las obtiene todas.
Sin embargo, la primera irregularidad que notó la joven fue que la Central Campesina le solicitaba dos de los nueve mil pesos que les dan de beca, para apoyo a esa organización, por hacer la gestión.
Refirió asimismo que a su hermana y a ella nunca les dieron la tarjeta bancaria, pero se enteró que otros de sus compañeros sí la recibieron.
Por ello, rastreó la información y se enteró que aparentemente sí le entregaron el dinero, pero ella nunca lo cobró.
“Fui al Cecati 100 y ahí me dicen que nunca metieron mis papeles, pero la señorita que atiende me buscó en su sistema y encuentra que fui la 96 y 97 aceptada con mi hermana, entonces ella rastrea las tarjetas y nuestros papeles los fueron a meter hasta Cuernavaca; ya en Cuernavaca fui a preguntar y me dicen que yo ya firmé un documento de que recibí la tarjeta. Ya checaron la cuenta y está en ceros, y ahorita la institución que entrega la becas, el Cecati, se deslinda, porque ya fue cobrado el dinero.”
Dijo que la Central Campesina sigue gestionando las becas y de mayor monto, por lo que solicitó que los responsables den la cara y aclaren la situación, porque ahora ni ella ni su hermana podrán participar de ese programa de becas.
Por lo pronto, ya presentó una queja ante la visitaduría de los derechos humanos y también solicitó la intervención del juez de paz de Jojutla, pero aunque éste le giró hasta tres citatorios, Mendoza Arellano no compareció.
“Él nos mandó decir que no se iba a presentar, porque él sabía que no le iba a hacer nada.”