“Este problema se da ya por generaciones, ya casi pudiéramos decir que es por usos y costumbres que la población tiene este gran problema de alcoholismo, desde muy jóvenes comienzan a tomar, desde los 11, 12, 13 años”.
Estimó que de cada 10 personas, cuatro tienen problemas de alcoholismo y desde muy jóvenes, hombres y mujeres se inician en la ingesta de estas bebidas.
“En la actualidad las jovencitas también toman. Los que van al Cetis, al Cbta y a la secundaria, son los que van a los negocios de venta de micheladas”.
Dijo que aunque han implementado programas de prevención con la subprocuraduría de justicia, la presidencia municipal no ha colaborado para controlar la venta de embriagantes. “Le hemos pedido la supervisión de las licencias de venta de alcohol a las tiendas y no nos han dado esa respuesta”.
Aseguró que es la regiduría de Hacienda la que expide los permisos y no hay control en la venta, pues muchos operan en la clandestinidad.
“Hay un promedio de 500 negocios que se dedican a esta actividad. De ellos, hay unos 100 que venden las 24 horas. Hay tienditas o casas que venden bebidas que ni siquiera están registradas”.
Consideró que otro factor que lleva al alcoholismo es la falta de oportunidades. “El gobierno no implementa oportunidades para los jóvenes, no hay fábricas, no hay empleo; entonces, por lógica no podemos combatir la delincuencia si no le damos una opción a los jóvenes”.
Aunque reconoció que en el pasado los propios habitantes se han opuesto a la instalación de empresas, dijo que ahora es diferente. “Los grupos que dominaban antes eran los que se oponían; hoy esta delegación está abierta a todas las empresas, fábricas que quisieran llegar porque sabemos que a través del trabajo es cómo podemos combatir la delincuencia. Si hay empleos no tienen la necesidad de andar robando”.