El abogado de los productores cañeros que interpusieron la demanda, Luis Raúl Ruiz Melgar, dio a conocer que ayer acudió junto con el actuario civil del primer juzgado civil en materia familiar y sucesiones del Cuarto Distrito Judicial en el estado, a notificar al dirigente de la organización Pedro Clemente Ocampo Álvarez para que se presentara al juzgado a responder la demanda de los cañeros, pero fueron rechazados por el personal.
“Íbamos a emplazar la demanda de enriquecimiento ilícito y rendición de cuentas. Llegamos a las oficinas de la CNPR y el actuario subió a la parte de arriba con la secretaria en particular y ella le dijo que no podía atendernos, que no podía recibir la notificación. En eso, sube un joven diciendo que él era el abogado de la CNPR y de manera grosera dijo que abajo nos iba a atender. No se quiso identificar, y aseguró que no podíamos (hacer la notificación) porque esas oficinas eran propiedad privada, que no podíamos entrar ahí sin habernos anunciado. El actuario le explicó que hacía su trabajo, que él tenía que notificarle a Pedro (Ocampo) sobre el emplazamiento de la demanda de rendición de cuentas, pero el hombre dijo que no, que no se le iba a notificar a nadie y que lo invitaba a salir”.
Narró que en seguida, fueron rodeados por siete personas, entre ellos estaba Ignacio Urueta y una persona de nombre Lino, quien se puso a su espalda.
Después llegó una persona que identificó como Israel Rafael Pérez, quien les dijo: “¿sabes qué maestro? aquí no puedes hacer nada, no vamos a recibirte nada. Por favor, vete”, y aunque el actuario dijo que hacía su trabajo, Israel Pérez le reiteró que se saliera o lo iban a sacar.
“Al ver que estábamos rodeados por siete personas, nos bajamos de la planta alta, nos acompañaron hasta la puerta y nos sacaron prácticamente. No nos tocaron, es cierto, pero sí se portaron agresivos y nos intimidaron”.
Expuso que ahora van a promover las medidas de apremio y el auxilio de la fuerza pública, y el rompimiento de cerraduras en caso de que estuviera cerrado, si es necesario, para entregar la notificación, pues es la segunda vez que intentan entregar el documento y son rechazados de mala manera.
Por su parte, Israel Rafael Pérez, quien se dijo abogado de la CNPR, argumentó que el actuario llegó de manera “prepotente”, sin pedir permiso y sin identificarse a una propiedad de una asociación de carácter privado. Afirmó que al actuario (de nombre Saúl), le falta educación.
“Esperaremos a que el actuario realice la notificación en los términos previstos por la ley y de manera educada y le daremos la atención”.