Albina Rendón Herrera, vecina del Centro de la localidad, de 87 años de edad, explicó que el pasado 21 de junio entró al mercado con su andadera –curiosamente dijo que ya había terminado sus compras, pero tuvo que regresar por algo-, asida del barandal, cuando le cayeron pedazos del plafón del techo del mercado, que se desprendió. “De repente me cayó piedra, block (en la cabeza), no sé lo que sería, pero fue una cosa muy fuerte. Los demás golpes no los sentí; tengo un golpe en la mano y en la espalda.
Dijo que después, la Cruz Roja la trasladó al hospital Meana de Jojutla, en donde la curaron. Aseguró que ella pagó todo lo que requirió su atención y el gobierno, responsable del mercado, no se le ha acercado.
A una semana del accidente, no se ha recuperado del todo, y ya empieza a sentir posibles complicaciones.
“Estoy agotada, muy adolorida, fui a ver a un médico particular que me diera una checada porque me empezó a venir un dolor en la región lumbar muy severo, y puede ser que por repercusión del golpe, algo afectó a la columna, y me dijo el doctor que era posible eso”.
Solicitó que el municipio asuma su responsabilidad y le proporcione ayuda económica para el pago de medicinas y eventual atención que se tenga que dar por los golpes recibidos.