Un numeroso grupo de empresarios se presentó por la mañana de ayer para entrevistarse con la alcaldesa y pedir que se mantenga la aplicación del reglamento.
Horacio Brito, a nombre de ellos, explicó que se están reuniendo los municipios vecinos para tratar el problema que existe en Jojutla. “El problema se está dando realmente en Tequesquitengo y en Tehuixtla, en donde se ha desatado un problema con la venta de la tortilla ambulante. Nosotros sabemos que existe un reglamento que está autorizado por el congreso del estado y que ya tiene su tiempecito, por lo que lo que queremos es que se aplique”.
Resaltó que se trata de una competencia desleal la de las motocicletas, que incluso ya han quebrado algunos negocios, aunque reconoció que quien la incentiva son algunos tortilleros, que a pesar de que saben que no está permitida la venta de la manera que la hacen, la siguen practicando para debilitar a sus competidores.
“Ya una persona ha tenido la necesidad de cerrar su negocio por la venta ambulante, y en Tehuixtla, hay unos compañeros que están ya muy cansados, desgastados, de modo que también ya están a punto de cerrar. Por eso estamos dándole el apoyo, porque antes no se veía esto”.
Expuso que la venta ambulante no está prohibida, sino que está regulada. Explicó que se debe vender la tortilla fría, envasada al alto vacío y con una etiqueta de caducidad.
Destacó que este problema se estaba dando en Puente de Ixtla y ahora en Jojutla, y tiende a crecer en otros puntos del estado y el país. “Es un problema que ya está afectando a nivel nacional, en otros municipios, en otros estados, ya también están cerrando tortillerías por esta competencia desleal. No estamos en contra de la competencia sino que se lleve dentro de la tortillería y que la persona pueda escoger dónde comprar, así, si el empresario no le echa ganas a su negocio y no saca una tortilla de calidad, pues que se vea reflejado en su mostrador”.
Consideró que es totalmente diferente a que compita con un negocio que mete motocicletas. “Si este negocio mete no una ni dos, sino un ejército de motos, como les da una comisión a los repartidores, le dan la tortilla más cómoda en precio para que ellos la revendan, nosotros no podemos competir, porque pagamos impuestos, pagamos los energéticos que están ahorita muy elevados, la materia prima y sobre todo empleados”.
“Ellos (los motociclistas) argumentan que les estamos quitando el pan de la boca, pero ellos ¿con qué derecho vienen a cerrarnos el mercado? Estamos de acuerdo que se de ese servicio donde no haya una tortillería, pero que no se afecte a terceros, porque acaparan al cliente y llega el momento en que el negocio no soporta y cierra”, puntualizó.