César Miguel Eroza Osorio, coordinador de Atención a la Salud a la Comunidad de la citada dependencia, dio a conocer que hasta el fin de semana pasado se llevaban contabilizados 28 casos en los seis municipios de la jurisdicción, lo que representa un 33 por ciento menos que el año pasado y 80 por ciento menos que el año 2008.
Del total de los casos dos son del tipo hemorrágico, y los municipios más afectados son Jojutla, Tlaltizapán y Tlaquiltenango con entre 8 y 9 casos cada uno.
Señaló que desde el año 2008 en que se tuvo un brote importante en la región, se han realizado campañas para prevenir la enfermedad.
“Se sigue haciendo un trabajo constante, y de alguna forma no vamos a parar; esperamos ya la proyección del Programa Operativo 2011, para no parar esta intensa campaña, invirtiendo principalmente en lo que es promoción de la salud”.
Destacó que actualmente se cuenta con diversas brigadas para mantener bajos los índices de la enfermedad. “Tenemos cerca de 130 personas contratadas por los Servicios de Salud de Morelos, entre personal de control de vectores, control larvario, nebulización, entomología, promoción a la salud y el personal de todas las unidades de salud de 39 unidades de salud, dos hospitales, el comunitario de Puente de Ixtla y el Hospital Ernesto Meana San Román, haciendo un trabajo intenso desde vigilancia epidemiológica y la eliminación de criaderos”.
Comentó que la población está aceptando bien estas campañas preventivas, lo que permite disminuir el número de casos. “Principalmente lo que es el patio limpio, lo que es el cuidado del agua almacenada, descacharrización y la eliminación de llantas. Ha habido un descenso de 2009 a 2008 de un 80 por ciento; en este momento tenemos un 33 por ciento menos al 2009 que ya teníamos. El año anterior teníamos 76 casos, es una disminución del 33 por ciento, y lo que venga de alguna forma la principal acción a trabajar es la prevención a la salud y la promoción que es la eliminación de criaderos potenciales”.
Consideró fundamental la participación ciudadana en la campaña, permitiendo el paso del personal a sus viviendas, mover el abate cada tercer día y evitar los criaderos potenciales.