Tlaltizapán.- Cinco regidores del Ayuntamiento “reventaron” la sesión de cabildo de ayer por la mañana para manifestar su descontento por la actitud “autoritaria” del presidente municipal David Salazar Guerrero, quien a su vez acusó a los concejales de querer obtener algún beneficio.
La sesión de ayer, era anular un acuerdo de cabildo de la administración anterior, en la que los anteriores concejales acordaron entregarse un bono de 250 mil pesos para cada uno, que ya están reclamando.
Tras el pase de lista, el secretario municipal Luciano Castillo Martínez sometió a aprobación el orden del día, que fue votado en contra por cinco regidores (contra cuatro que sí lo aprobaron): Teresa de Jesús Gamarra Mendoza, Efraín Castrejón Rivera, Leobardo Rosas Palma, Abel Bárcenas Arriaga y Esteban Rabadán. El edil solicitó que se continuara con la sesión, pero el regidor Castrejón Rivera advirtó que no se había aprobado el orden del día, por lo que no podía continuar. Acusó que no se envió con 72 horas de anticipación el orden del día.
Se dio un breve enfrentamiento verbal y los cinco concejales mencionados, abandonaron el salón de cabildos.
Ya en entrevista, afuera el regidor Castrejón Rivera declaró que tomaron esa actitud, porque desde que asumieron el cargo, el edil actúa de forma autoritaria y no respeta la ley.
“Cuando no le dice pendejo a uno, nos dice que somos flojos, que no queremos trabajar. Le pedimos respeto y haga lo que marcan los reglamentos”.
Señaló que platicará con sus compañeros para ver qué medidas tomarán y la ciudadanía se dé cuenta.
“Nos ha amenazado que no nos va a pagar nuestro salario, que va a despedir a nuestros trabajadores, que va a llamar a nuestros suplentes. Nosotros quisimos darle un voto de confianza en estos meses, pero él no cambia”, dijo el concejal.
Añadió que además, entre otras irregularidades, el alcalde llega a los cabildos con los acuerdos ya elaborados, sin platicarlo con los regidores y asignó directores sin consultar al cabildo.
También cuestionó la competencia del secretario municipal, quien recibe sólo órdenes del cabildo, no del presidente.
Aseguró que sí firmarán el acta de cabildo referida, pero en una sesión de cabildo con toda la formalidad.
“Querer hacer las cosas bien, no es capricho y no estamos cerrados al diálogo, queremos que los cabildos sean abiertos. No hemos firmado las cuentas de los primeros meses, no hemos revisado las adquisiciones, no tenemos vehículos, parecemos limosneros cuando pedimos apoyo para un actividad”, se quejó.
Apuntó que ya saben que el ex delegado de la Sedesol Osvaldo Castañeda está inhabilitado y sin embargo es asesor, o algo semejante, del presidente municipal.
Por su parte, el edil pidió a los medios de comunicación que informaran que los regidores que se salieron, no quisieron firmar el acta de cabildo de la administración pasada.
Negó que no tome en cuenta a los regidores –aunque también preguntó como para qué tomarlos en cuenta-, y leyó literalmente las funciones que tienen.
“Lo que no les ha quedado claro es que presidente municipal sólo hay uno, no hay nueve presidentes municipales. De acuerdo con la ley, el ejecutor de todos los acuerdos es el presidente municipal”.
Consideró que los regidores están “haciendo drama” y sugirió que lo que quieren es “algo”, pero no lo dicen claramente. “Supongo que quieren dinero, pero no me lo dicen claro”.
El edil defendió a su secretario municipal, de quien aseguró “es decente y capaz”.
Dijo que si los regidores actuales no firman el acta de revocación de la sesión de cabildo del gobierno pasado, entonces deberán pagar 2.5 millones de pesos.
“No voy a permitir que por sus caprichos, Tlaltizapán se hunda”, finalizó.