Tlaquiltenango.- Ante el creciente robo de ganado en la región sur y el estado, y ante la falta de respuesta de las autoridades, los ganaderos se están organizando para hacer grupos de vigilancia en lugares donde más se ha dado este delito.
“El abigeato es una situación muy delicada que está ocurriendo en todo el estado, pero principalmente en la zona sur. Estamos hablando de 130 casos de robo de ganado en lo que va del año y una res tiene un costo de alrededor de 15 mil pesos. Nada más en Tlaquiltenango, en la comunidad de Quilamula, en el transcurso de este tiempo, van alrededor de 97 cabezas de ganado”, señaló Roberto Reza Quiroz, presidente del sistema producto bovinos-carne.
Añadió que hace dos días, a una mujer de la tercera edad de Yautepec la dejaron en la calle, al robarle primero sus chivos y después sus bovinos.
Ante tal circunstancia, dijo que por un lado, están dialogando con el gobierno del estado para que haya un apoyo a quienes sufren del robo de ganado; y por el otro, están recomendando hacer grupos de vigilancia para evitar este delito.
“Le pedimos a los ganaderos que cuiden a su ganado, algunos ya lo estamos haciendo. Tenemos veladores y nosotros mismos estamos cuidando al ganado y nos ha dado resultados, pues mientras cuidamos, no sucede nada”, dijo.
Aclaró que no son grupos de autodefensa, sino de vigilancia, y ya en algunas comunidades hacen rondines para cuidar los ranchos y prevenir y evitar el abigeato.
Sin embargo, no descartó que se pudiera darse una agresión en contra de quienes cometen este delito. “Ya está sucediendo, vemos en otros municipios que abigeos han sido agredidos por ganaderos, pero no sólo por ganaderos, sino por todo el pueblo. Como dirigentes queremos evitar esa situación, de que el propio ganadero se vuelva criminal, pues no puede ser que después de ser productor ganadero, se convierta en criminal porque se hizo justicia por su propia mano, vamos a evitar eso”.
Dijo que la solución es que el gobierno apoye a quien ha sido víctima de este delito y que se incrementen las penas a los abigeos, pues no todo el tiempo pueden estar cuidando al ganado, pues deben trabajar.