El verano termina y los chicos han vuelto al colegio. Sabemos que eso suele dejar casi paralizados los destinos turísticos y justo es cuando mejores ofertas hay de aviones. ¿Absurdo? Para nada, justamente es para que, si no tienes dinero en este momento, hagas la compra a meses sin intereses de tus boletos para un próximo viaje.
Sin embargo, eso de resignarse a no viajar no es para gente con un espíritu libre como el mío y por eso he aprendido a adaptarme a la estrechez de mi cartera para no detenerme. Y aquí les comparto algunos de mis secretos para viajar y no quebrar en el intento.
1.- Ahorra en transporte
Aprovecha las opciones de economía colaborativa como Blablacar para desplazarte a otros estados de México, incluso si no hay un viaje directo, checa si te puede convenir ir haciendo escalas y armando el recorrido por trayectos con distintos conductores. El costo se puede reducir hasta 50% y además, conocerás nuevas personas. La experiencia, si tienes tiempo disponible, puede ser muy divertida.
Si tus viajes son más lejos, pues no olvides tener aplicaciones como TripAdvisor o Skyscanner para que te manden alertas cuando ese vuelo que andas cazando esté en oferta. Esta semana, por cierto, hay precios baratísimos para viajar a Europa, por diversas aerolíneas.
Podrás ahorrar bastante si eres flexible en las fechas y en los destinos o bien ir a aeropuertos alternativos cercanos a tu ciudad de destino. Muy importante que navegues en modo privado para que el historial no haga que te suban las tarifas.
Ya en el lugar de tu viaje, no uses taxis. En medida de lo posible, usa transporte público, camina o alquila una bicicleta si la ciudad tiene esa opción.
2.- Ahorra en hospedaje
Por supuesto las plataformas de alojamiento compartido como Airbnb, Coachsurfing y BeWelcome son lo mejor. No sólo son más baratas y acogedoras que un hotel, también te ayudarán a ahorrar en comida porque te permiten cocinar. Así que una buena visita a los mercados locales y a preparar comida en tu casa vacacional para no gastar en restaurantes. También hay sitios web de intercambio de trabajo por hospedaje como WorkAway. Tú puedes pagar la estancia con labores y servicios en el lugar que te va a hospedar, o bien cuidar una casa y hasta intercambiar la tuya con alguien que viva en la ciudad a la que viajarás, esto sobre todo se recomienda para viajes largos y con tiempo para hacer planeación.
Si eres aún más aventurero, en algunos países puedes dormir en templos, iglesias, parques o campamentos gratis o por muy poco dinero. Además si vas a moverte entre varias ciudades, planea tus trayectos de noche, así ahorrarás al dormir en el tren o autobús.
3.- Ahorra en alimentación
Por supuesto el consejo máximo es comer street food o bien elegir el menú del día o completo en los restaurantes pequeños. Otro truco que yo aplico es desayunar algo ligero que pueda comprar en el supermercado, como un yogurth, una fruta, algunas nueces, y después llevar más de estos snacks en mi bolso para media mañana. Al medio día comer en algún lugar con menú completo y para la noche, elegir alguna opción popular de comida callejera o aplicar de nuevo la de comprar en el supermercado un emparedado o algo muy barato. Con eso he llegado a sobrevivir por muchos días.
Los sobres de café soluble, galletas en paquetes pequeños, son perfectas para desayunar ligero. Puedes comprar pan, queso, tomate y hacer sandwiches e improvisar un picnic en el parque.
Si además eres abierto a la diversidad cultural y religiosa, por ejemplo, en algunos países hay templos donde se ofrece comida gratis.
4.- Ahorra en entretenimiento
Consulta las carteleras culturales locales para que asistas a conciertos al aire libre, sepas cuando son gratuitos los museos o qué actividades culturales sin costo hay en la ciudad. Si no hay nada gratis, consulta los descuentos para jóvenes o estudiantes, o personas de la tercera edad, según sea tu caso.
5.- Elige experiencias, no tours
Es mucho más barato y además más divertido, comprar una experiencia de las que ahora ofrecen los ciudadanos locales por medio de Airbnb y no ir a una agencia de viajes a pagar muchísimo dinero por un tour que suele resultar mecánico y frío. Elige experiencias locales. Será divertido y mucho más económico. Además no compres souvenirs en los barrios turísticos, mejor compra productos locales a artesanos, diseñadores y en tiendas de barrio. Dulces, galletas, vinos, aceites y mermeladas suelen ser excelentes souvenir y muy baratos.
