Algunas regiones de México son famosas por su tradición vinícola, como Baja California, cuyas uvas producen los mejores vinos mexicanos. Sin embargo, no hace mucho tiempo que el bajío comenzó a dar de que hablar entre los enólogos mexicanos.
Con el desarrollo vinícola de esta región, particularmente de estados como Querétaro, Aguascalientes y Guanajuato, también ha crecido la oferta de turismo enológico en México. Ayer justamente abrió sus puertas al público Caminos D’Vino, que más que un viñedo o una nueva marca de vinos, es un concepto que incluye un hotel boutique y múltiples actividades para acercar a sus visitantes a la seductora cultura de la enología.
El viñedo festejará su apertura con una primera fiesta de la vendimia que estará llena de actividades gastronómicas y culturales.
Y es que Caminos D’Vinos es mucho más que un viñedo, cuenta con un complejo turístico sostenible. Los visitantes podrán hospedarse en un hotel boutique al interior de la Ex Hacienda Jesús María, construida en el siglo XVIII, que se encuentra en la comunidad de Sangre de Cristo, donde se ha diseñadouna cava vinícola, un restaurante, una biblioteca de tres pisos, una mina, un spa y múltiples jardines y terrazas, pero respetando la arquitectura tradicional.
También se construye Díada, un desarrollo inmobiliario, con residencias modernas de diseño ecológico, dentro de la zona minera y, para 2016, todos los amantes del vino podrán disfrutar de visitas guiadas para conocer todas las etapas de producción del vino, desde el cultivo de la uva hasta la vendimia. Todo esto a 2400 metros de altura sobre el nivel del mar, en la zona de Camino Real de Tierra Adentro, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
¿Cuál es la importancia de transformar una zona minera en viñedo? Pues el sabor y las propiedades únicas que esta tierra le darán a la uva, algo que promete alta calidad y una personalidad digna de enamorar a los mejores sommeliers del mundo.
Para poder crear este nuevo viñedo fueron plantadas 30 mil plantas de distintos tipos de uva, todas importadas de Francia. Serán seis varietales de tintas y dos blancas. Además se han sembrado cuatro varietales de uvas de mesa y 250 olivos de cuatro variedades distintas.
Pero este de ningún modo es el primer viñedo que recorre los caminos de Guanajuato, otro que ya va adquiriendo fama es Dos Búhos, una bodega de vinos ubicada en el estado de Guanajuato, a 6 km de la ciudad de San Miguel de Allende. La propiedad tiene un pasado de más de 50 años de producción agrícola, frutal y ganadera. Eso les ha dado ya un conocimiento acumulado sobre el clima y la tierra que ahora es aplicado a la producción vitivinícola.
Esta marca cuenta con tres hectáreas de viñedo y trabaja con 10 varietales de uva, lo que les ha permitido hasta divertirse mientras experimentan con las mezclas.
Siguen, sin embargo, buscando el vino perfecto, aquel que refleje el carácter de la bodega y que sean de marcada tipicidad varietal. Una característica importante es que tal vez ellos podrían ser de los pioneros en la producción de vinos orgánicos en México, se han especializado en la producción de vinos naturales, sin intervención química.
Este es un movimiento que cada vez toma más fuerza y que en algunos países como Francia, por ejemplo, ha desatado polémica e incluso discusiones en el parlamento pues negarse a usar pesticidas podría poner en riesgo regiones enteras de viñedos de los que depende la economía francesa.
Por fortuna, en México no es el caso y los vinos naturales son bien recibidos. Tal vez aquí lo que falta es que le quitemos el malinchismo a nuestro paladar y la tacañería a nuestro bolsillo pues producir estos vinos no es barato, pero prometen y vale la pena abrir la mente para catarlos.
En Dos Búhos llevan ya siete años en lo que ellos llaman “un viaje” pero eso, en el mundo del vino, es apenas el comienzo.
La actividad vinícola no es nueva en Guanajuato. El Bajío fue la cuna del vino en América, según el enólogo Juan José Gómez, aunque el interés de producirlo se fue perdiendo ante el desarrollo minero de la región. Afortunadamente hoy retoma su posición en Guanajuato que ya es el cuarto estado con mayor producción de vino en el país, antecedido por Baja California, Coahuila y Querétaro.
Aquí se producen 45 mil botellas al año. Cuna de Tierra, conocida también como Vega Manchón, sigue siendo su viñedo principal y sólo de ahí provienen 35 mil.
Los viñedos de Guanajuato se conocen como “viñedos boutique”, debido a que su producción es limitada y artesanal, lo que le otorga una personalidad única a sus vinos.
Hoy, los protagonistas de esta revolución guanajuatense son Cuna de Tierra y Santísima Trinidad, en Dolores Hidalgo, y Rancho Toyán, que destaca por su cava subterránea construida a 14 metros de profundidad, como lo marca la tradición francesa, y Bodega Dos Búhos, en San Miguel de Allende. A este escenario es que se viene a sumar Caminos D’Vino, con su concepto integral innovador.