“Estamos en este mundo para convivir en armonía. Quienes lo saben no luchan entre sí”.
-Buda, Sidarta Gautama-
La armonía social no es difícil. Se requiere de la buena voluntad del gobierno para llevar a cabo las medidas que correspondan para obtenerla. Pueden estar en contra de mi opinión, pero siempre he pensado que el gobierno es como los padres de familia. Ellos deben saber lo que se necesita para que esta gran familia que se llama “sociedad”, viva en paz y en armonía.
El hombre es un ser un ser gregario. No puede vivir en soledad. Y a través de la historia, cada sociedad se fue organizando para vivir en “armonía”. Se fueron creando leyes y formas de gobierno. Aunque debemos reconocer que quienes siempre se impusieron, fueron los más fuertes sobre los más débiles. Es decir, que estas formas de “organización social” no beneficiaban a todos. A algunos les iba mejor que a otros. De hecho, vivimos así actualmente, sigue siendo la misma historia de siempre. Existen normas y leyes que pueden decantar la balanza de la justicia hacia la posición de algunas personas, privilegiadas de manera arbitraria, que utilizan su poder para imponer su voluntad a los demás. Por lo tanto, observamos que no existe forma de gobierno alguna que sea mejor que otra.
Hasta este momento, y observando la historia, se evidencia que no existe sistema político alguno que pueda crear condiciones de verdadera democracia.
Creo firmemente que lo que debemos hacer como sociedad es entablar un diálogo entre sociedad y gobierno. Llegar a puntos de acuerdo para hacer lo que más nos convenga como sociedad y no dejar que solamente unos digan lo que se tiene que hacer. Tenemos que trabajar para que nuestras comunidades vivan en paz y de manera armónica. ¿Lo podremos llevar a cabo algún día?
Así como van las cosas, me atrevo a pensar que será difícil. Sólo mirar lo que sucede en estos momentos en Ecuador, da miedo. Y si vemos nuestra realidad social en Morelos, da pánico.
Lo que sí puedo probar desde este ángulo en el que estoy, es que ninguna de las dos formas de gobierno tradicionales, capitalismo y comunismo, sirvieron para lograr la paz y la armonía social. Por eso es importante dejar las etiquetas y dejar de pelearnos entre nosotros. Lo que debemos hacer es tomar lo que ha servido de esos sistemas para llevarlo a la arena política y social e implementar lo que sí ha servido.
Es lamentable, volviendo al punto, que Ecuador esté pasando este trago amargo por las malas, y arbitrarias decisiones, de su presidente Lenin Moreno.
¿De verdad no se han dado cuenta de lo que significa el FMI y lo que significa que intervengan en la economía de un país?
Ahí está el caso de la guerra del agua en Cochabamba, Bolivia, para ver un ejemplo claro. Invito a los lectores que busquen en youtube este caso emblemático de cómo quisieron privatizar el agua en este país, entre otras cosas, y la guerra interna que se desató entre el gobierno y sus habitantes.
La historia se repite ahora en Ecuador. La historia de los intereses de unos cuantos privilegiados se quiere imponer sobre las necesidades del pueblo. Es la historia de siempre. La historia de los abusos de los que están en el poder.
Lo peor es que los medios tradicionales no mencionan el asunto. Pareciera que nada está sucediendo. Y si se menciona algo, es para minimizar la verdadera situación. Afortunadamente ahora están ahí las redes sociales, que nos dan a conocer lo que está sucediendo realmente.
Estamos en pleno siglo XXI y seguimos viviendo como a principios del siglo pasado. ¿Alcanzará el ser humano a llegar a vivir en armonía para llegar a la cultura de la paz?
Tengo fe. Pero como dice un refrán árabe “Ten fe en Dios, pero amarra tu camello”.