"Queremos un cambio de sistema,
no un cambio climático".
Anónimo
Definitivamente, el ser humano está acabando con nuestra madre tierra. Los desastres naturales ya no son tan naturales, refiriéndome específicamente a que ya hay intervención del ser humano en todo lo que nos está sucediendo. Los terremotos, tsunamis, la precipitación pluvial tan intensa hoy día que provoca inundaciones más frecuentes y más terribles en las comunidades, los glaciares que se han desbordado -y podemos agregar todo lo que se nos ocurra- están siendo causados por la actividad depredadora que todos ejercemos sobre la naturaleza.
Como se menciona en el epígrafe, no queremos un cambio climático porque obviamente cada vez será peor. Todos nos damos cuenta de lo que está sucediendo. Y si llegamos más allá de las predicciones será o porque habremos puesto solución a lo que está sucediendo o porque cada día está empeorando la situación. Estoy seguro que esto último no es lo que queremos para nuestros hijos ni para quienes vienen detrás de ellos.
Hay quien dice que todo está perdido. Que no importa lo que hagamos, de todas maneras, todo va al precipicio, porque todo, absolutamente todo, está conectado y, ni la más mínima acción que realicemos hará que cambie esta situación trágica.
Pareciera que no hay soluciones. Todo había sido previsto desde hace muchísimos años. Por ejemplo, en 1824, Jean Baptiste Joseph Fourier ya hablaba del efecto invernadero; en 1856, Eunice Newton Foote afirmaba que el aumento del CO2 provocará un calentamiento global; y, más cercano a nuestro tiempo, en 1965, Lyndon B. Johnson también profetizaba: Hacia el año 2000, el clima cambiará.
Todo esto ya era sabido, si no por el ciudadano común, sí por las grandes élites y los gobiernos. Todos ellos han participado de este gran engaño a los pueblos. Pero, además, nos echan la culpa a todos nosotros, hombres y mujeres que resistimos el día a día y que vivimos pensando en cómo poder conseguir lo básico para sostener a nuestras familias. Y lo hemos permitido también. Sonará a excusa, pero no pretende ser eso. Se supone que los que llegan al poder saben cómo hacer lo que se tiene que hacer para tener armonía y paz social. Y nos han manipulado como se les ha dado la gana.
Afortunadamente son otros tiempos. La tecnología ha llegado a alcances maravillosos que nunca nos imaginamos. Recuerdo cuando comencé a dar clases de inglés en nuestra máxima casa de estudios de la UAEM, específicamente en el CELE. Había un póster en la dirección de la escuela en el que se leía: “el ignorante del futuro será la persona que sólo hable un idioma”. Me llegaba hasta el fondo de mi corazón esa leyenda. Porque es verdad que hablar otro idioma nos da una visión diferente del mundo. Comprender otra cultura.
Sin embargo, también hoy nos damos cuenta que las nuevas tecnologías del conocimiento, la internet y las redes sociales llevan implícitas nuevas formas de ver y conocer el mundo. Formas nuevas de saber lo que está pasando en lugares tan distantes unos de otros. Nos enteramos de cómo viven, cómo piensan, cómo se divierten, qué comen, las situaciones que atraviesan otras sociedades. Y eso también nos hermana. Nos hace ser empáticos. Nos hace entender a los demás, aunque no hablemos su idioma. Nos hace comprender y sentir que las tragedias y catástrofes que ellos viven también nos pueden suceder a nosotros, porque somos parte de un todo que se llama planeta tierra. La casa de todos los seres humanos.
Por lo tanto, sí podemos comenzar a pensar las acciones que, como ciudadanos, podemos ejercer para presionar a nuestros gobiernos a cambiar el estado de cosas.
Así que, sí queremos un cambio, por supuesto, pero no climático. Y a partir de allí, los ciudadanos nos tenemos que poner las pilas para que, también a nivel político las cosas cambien. La participación de la sociedad en general es urgente y necesaria para lograr el cometido.
Y, lo quiero comentar, porque es necesario, no debemos acostumbrarnos a la violencia, ni a la tragedia como ya parece que lo hemos hecho. Próximamente vendrá un cambio político muy fuerte. Cuando el río suena… Debemos prepararnos para esta ruptura que se acerca en el ambiente político. Y también te invito para que, a partir de ahora, participes activamente con la nueva forma de gobernanza que viene porque sólo la participación activa de toda la sociedad logrará el cambio para mejorar y convertir el nuestro en territorio de paz.