“Cuando los que mandan pierden la vergüenza,
los que obedecen pierden el respeto".
Georg C. Lichtenberg
Hablar de gobiernos, nuevos gobiernos, políticas de gobierno, ideologías de gobiernos, izquierdas, derechas, capitalistas, neocapitalistas, liberales, neoliberales, y todo lo que se refiera a la política gubernamental, cada vez está siendo más criticada por los librepensadores y por quienes tienen que obedecer las nuevas reglas.
Vivimos una etapa que ya no tiene vuelta atrás. Los ciudadanos mexicanos nos vamos involucrando más y más en estos temas y es necesario que quienes detenten el poder o quieran hacerlo pongan el foco de atención en la gente y sus necesidades.
El problema de la democracia es que cuando la gente no tiene la capacidad para diferenciar las diferentes corrientes políticas, vota por la simpatía o por “el menos peor” de los candidatos. Y en ese sentido la sociedad seguirá pagando por sus errores y al final acabará pagando los platos rotos. Ya lo decía el primer ministro de Francia, Charles De Gaulle: “He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos”.
No hay corriente política que sea la panacea. Todas tienen pros y contras. Y aunque hubiera una que respondiera al 100% con propuestas positivas para la sociedad, recuerden que están siendo manejadas por seres humanos. Algunos de ellos bien intencionados y empáticos con las causas sociales y otros que son, en esencia, corruptos, y que buscan enriquecerse a costa de los más desprotegidos. Y esto no lo digo yo. Ha sido la constante a nivel mundial.
Todo esto lo menciono por lo que se está viviendo en el plano internacional y, que, obviamente, también tiene consecuencias en la buena vecindad con otros países.
Las acciones que está llevando a cabo el presidente Trump con los migrantes ilegales y con la comunidad LGBTQ+, entre otras, son humillantes y contra los derechos humanos.
Las sociedades de cualquier país han pasado por muchas etapas verdaderamente terribles en las que muchas vidas se han perdido. Hay momentos en que pensamos que hemos avanzado enormemente, pero después, pareciera como que regresamos al oscurantismo. Ellos, los políticos, de cualquier manera, se enriquecen, y los que padecen las consecuencias siempre somos los ciudadanos.
Por esta razón es que necesitamos avanzar en la cultura de paz y desarrollar las condiciones necesarias para desarrollarla.
La construcción de una cultura de paz en cualquier país es un proceso complejo que requiere de la participación de todos los sectores de la sociedad. No se trata simplemente de la ausencia de guerra, sino de un estado en el que se promueven valores como la justicia, la igualdad, el respeto y la solidaridad. Y, como ya lo he mencionado en otras publicaciones, tenemos que crear las condiciones esenciales como:
Educación para la paz: La educación juega un papel fundamental en la construcción de una cultura de paz. A través de ella, se pueden transmitir valores como el respeto a los derechos humanos, la tolerancia, la resolución pacífica de conflictos y la valoración de la diversidad.
Justicia y Estado de Derecho: La existencia de un sistema de justicia independiente e imparcial, así como el respeto al Estado de Derecho, son fundamentales para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos y prevenir la impunidad.
Desarrollo económico y social: La pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades pueden generar violencia y criminalidad. Por lo tanto, es necesario promover un desarrollo económico y social inclusivo que beneficie a todos los ciudadanos.
Participación ciudadana: La participación de los ciudadanos en la toma de decisiones y en la vida política del país es esencial para fortalecer la democracia y garantizar que las políticas públicas respondan a las necesidades de la población.
Diálogo y negociación: El diálogo y la negociación son herramientas fundamentales para resolver conflictos de manera pacífica. Es importante fomentar una cultura de diálogo y buscar soluciones consensuadas a los problemas.
Reconciliación y memoria histórica: En países que han sufrido conflictos armados o violaciones de derechos humanos, es importante promover la reconciliación y la memoria histórica para evitar que se repitan los errores del pasado.
Johan Galtung, reconocido investigador y profesor noruego, considerado uno de los fundadores de los estudios sobre la paz y los conflictos, destaca la importancia de abordar las causas estructurales de la violencia, como son la pobreza, la desigualdad y la injusticia.
La construcción de una cultura de paz no es una tarea fácil, requiere del compromiso de todos los actores sociales. No se trata de un proceso que se pueda lograr de la noche a la mañana, sino de un trabajo constante y a largo plazo. Sin embargo, los beneficios de una sociedad en paz son incalculables.
*Muchísimas felicidades al Grupo Identidad Morelos en este su 15o aniversario.
Origen y Destino= Pertenencia*.