La solución al conflicto en el Congreso local causado por el nombramiento exprés de un diputado quedará seguramente en manos del Poder Judicial federal, lo que significa que será un plazo largo para que se conozca el veredicto final y mientras tanto por la vía de los hechos las cosas seguirán como se encuentran desde ayer.
Eso no resulta sano para la sociedad morelense que, sin embargo, deberá seguir como simple espectadora ante los hechos consumados.
Difícilmente la maniobra desatascará la parálisis legislativa, porque la mayoría calificada que se requiere para las actuaciones más importantes del Congreso no está en manos de ninguno de los dos grupos.
Aunque parece faltar mucho tiempo, los electores seguramente ya toman nota y en los próximos comicios actuarán en consecuencia.