Los tres consejeros electorales del Impepac que el próximo año dejarán su cargo al vencer su encomienda constituirán para los recursos públicos un gasto de casi cinco millones de pesos.
Aunque la consejera presidenta señala que ese pago es justo porque ella y sus homólogos carecen de protección social, el ingreso que perciben no es del de cualquier trabajador, sino que sobrepasa con mucho lo que percibe un trabajador normal en el estado de Morelos.
Pero como se trata -señalan-de una cosa juzgada, por muchas criticas que se hagan no queda más que pagar la cuantiosa suma cuando uno de esos representantes de la sociedad ante el órgano electoral local se retire de su posición, sin importar la calidad de la labor que haya realizado.
Suena muy injusto y lo es.