La fiebre de las campañas políticas distrae el vacío en uno de los Poderes del Estado. La Legislatura actual no esconde su inoperancia.
Algunos de los diputados buscan en el presente proceso prolongar tres años más su estancia en la curul. En las leyes no existen candados para contrarrestar la simulación y la desvergüenza.
Morelos arrastra una parálisis parlamentaria desde un inestimable número de administraciones legislativas atrás. La LV Legislatura del Estado vino a ahondar una problemática no resuelta en la entidad.
Los marcos normativos están incompletos, pero sus autores no cumplen su misión de alterarlos para el bien común.