Tal es el caso de la desprotección en la que quedan los hijos de matrimonios disueltos. Las cifras regionales que hoy se publican señalan que en la mitad de los casos los padres no aportan el sustento necesario para los menores.
Esa es una tragedia que marcará la vida futura de esos niños, pese a que la ley los protege para que no lleguen a sufrir una situación de esa naturaleza.
Dar más efectividad a las medidas de protección es relativamente fácil, pero con tantos temas destacados en la ya referida agenda social casos como el que nos ocupa quedan relevados a segundo término.
Habría que hacer un recuento de lo que se puede mejorar y poner manos a la obra.