Sin embargo, grandes grupos de prestadores de servicios mantienen la obligatoriedad de esa compensación, como se mantienen otro tipo de cobros que indebidamente incrementan el costo de la atención.
Lo mismo pasa en muchos lugares que para expedir factura exigen el pago adicional del Impuesto al Valor Agregado (IVA) lo cuál es un delito fiscal, porque el impuesto debe estar incorporado en el precio final.
Los consumidores mexicanos requieren de alguien que los defienda de manera efectiva, pués los costos ocultos o ampliamente expuestos afectan la competitividad del sector terciario de la economía y provocan un detrimento en los bolsillos de la clientela.