Por supuesto, la deuda acumulada en los últimos trienios no tiene culpables y eso dificulta la recuperación de los recursos mal utilizados, algo que sigue igual.
Pero el panorama que ofrece el 2016 es distinto al de otros comienzos de año. No se puede predecir el rumbo que seguirán las cosas, pero por lo menos existe la certeza de que algo ha cambiado. Es de desear que sea para bien.
Por lo pronto, La Unión de Morelos desea a todos sus lectores y anunciantes un feliz año nuevo. Que todos sus proyectos se hagan realidad y que reinen la salud y la alegría.