Pero llama la atención que aún en su calidad de síndicas -cargo por el que son las representantes legales de sus ayuntamientos- las mujeres que denuncian sean incapaces de acudir a la autoridad correspondiente para frenar el acoso de que son víctimas.
Una denuncia mediática como la de ayer no frenará las actitudes machistas de sus acosadores, que en cambio se deben enfrentar a la maquinaria de la justicia.
Si sus conductas se prueban ante un juez, recibirán una sentencia condenatoria que incluso los puede dejar fuera de los cargos desde los que hoy presumen su poder.