Sin embargo, uno más discreto pero quizá mas efectivo es el jurídico, que tardará el resolverse, pero cuando ocurra, establecerá criterios técnico jurídicos que difícilmente podrán dejar de observarse.
Por lo mismo, ese debería ser el ámbito donde todas las discusiones terminarán, y no como ahora sucede.
Por supuesto, escuchar a los perjudicados es aún mejor, pues habría impedido llegar al actual estado de cosas.
Por lo pronto, un juzgado federal tiene en sus manos pronunciarse sobre la reforma a la citada ley del transporte.
Su sentencia no será definitiva pero servirá para encaminar la discusión hacia mejores terrenos que los actuales.