Tan sólo pasaron dos meses cuando me vi envuelta de nueva cuenta en esa guerra con mi ex, ahora de nuevo mi pareja y como olla exprés mal tapada exploté y llegué a su consultorio en total crisis. Cuando empecé a hablar, ella que es muy intuitiva supo de inmediato lo que ocurría. Cris sólo me escuchaba con su vista clavada en mi boca que no deja de vociferar en contra de aquel terrible hombre! Me escuchó hasta que mi lengua viperina escupió absolutamente TODO mi drama, porque debo de reconocer que sabía que vivía dentro de mí una Marga López, lo que no sabía era que también me cohabitaba María Félix! Drama en toda su expresión!!!!
Con su habitual calma me preguntó: y cómo te sientes? qué no acaba de escucharme y de verme?!!!!! pues véme, le espeté! “Te veo y te escuchó igualito que hace ya casi un año”, contestó.
Obvio me sentí fatal porque todas esas horas de terapia y dinero gastado en ellas, pues como que no me habían servido de mucho. Pero yo que me siento muy sabionda, le contesté no estoy igual, porque ahora veo que todo está mal, y antes lo justificaba! A lo que ella muy inteligentemente me contestó, mejor? sólo porque lo ves y no lo detienes? fuck! me sentí acorralada, totalmente atrapada. Pues tenía razón tal vez ahora la cosa estaba peor porque lo veía, lo reconocía y ahí estaba de nuevo en medio de una guerra desgastante! Todo se calmó cuando rompí en llanto, obvio al estilo Félix! Después de unos minutos, analizamos la situación y después de haberme aclarado que la víctima soy yo porque así quiero serlo, porque tengo bien puesto el chaleco y después de haberme dicho que no pierda mi tiempo llorando, ya que así no se consigue nada… lógicamente la hora se me hizo eterna, ya quería irme a casa a tomar algo caliente que me sacara de esta terrible aceptación, pero después de decir toda la verdad me sentí como nueva! Saben todos cometemos errores, es más tenemos derecho a cometerlos, caramba no somos perfectos y yo menos. Total que me descubrí no sólo ante ella mi psicóloga sino ante mí misma. Lo cual me llevará a tomar esa gran decisión: me quedo o me voy de esa relación víctima o no… Me tranquilizó que me haya dicho que nadie tiene que juzgar, ni ella, mi elección pues nadie sabe qué es lo mejor para mí, más que yo (creo que ahí “ta” la bronca) ésa se me hizo una responsabilidad enorme casi aterradora! Siempre que hay que tomar decisiones quisiera ser otra persona, ¡no me gustan las decisiones! soy lo más indecisa, tanto que yo sola me caigo gorda. Finalmente me alentó también que me dijera que todos podemos cambiar, sólo si lo queremos hacer y yo he decidido ya no ser la víctima, he decidido ser la fuerte o mejor dicho ser consciente. Él y yo queremos cambiar para estar juntos, para escribir nuestra historia… así se interponga la “ciencia psicológica”! Por qué? porque somos un desastre, pero hay amor y eso sin duda ayudará mucho, lo curioso es que uno se acostumbra a ese desastre, a ese círculo vicioso, ya estoy extrañando esas reconciliaciones ;) pero ésa es la idea, cambiar para mejorar!!!
“La víctima depende del agresor, hay una dependencia emocional. Pero es que el agresor también depende de la visita, porque basa su autoestima en la dominación”.
ANA ISABEL GUTIÉRREZ SALEGUI
Hasta la próxima.