Acapulco desde que tengo uso de razón es el destino de descanso de mi familia no sólo por su cercanía a nuestro estado, también porque era el lugar de playa favorito de mi papá… y porque simple y sencillamente es ¡fabuloso!
En esta ocasión nos tocó un clima espectacular no hacía mucho calor y sopló el viento muy oportunamente para refrescarnos cuando salimos a caminar por la costera. Amo la vida de la costera y adoro caminar al atardecer en ella; ver a los turistas y lugareños interactuando es fantástico. Observar y disfrutar de sus restaurantes y bares al aire libre es mi pasatiempo favorito cuando visito este puerto. Bueno y ni hablar de la comida! Me encantan los mariscos y pescados que puedo encontrar aquí. En ningún otro lugar del mundo me atrevería a comer algo como la rica y nutritiva “cucaracha de mar” ;)
Afortunadamente en estas visitas que mi familia y yo hemos hecho a Acapulco nunca hemos tenido ningún percance. Como mencioné anteriormente caminamos por las tardes noches sin problema, es más en esta ocasión vimos mucha vigilancia (policía y militares) por lo que puedo opinar es un lugar turístico seguro. Así que una vez más pude cumplir tranquilamente con los encargos de pulpas en todas sus versiones: sal, chile y dulce, así como de cocadas que por cierto son las mejores del mundo y a sus alrededores, y que les cuento de los miles de recuerditos que nunca están programados en mis gastos y que siempre terminó comprando aunque se salgan del presupuesto.
Como siempre me pasa al llegar, pensé son muchos días en Acapulco voy a terminar como negrita cucurumbe, porque les recuerdo soy de las que no se para de su camastro prácticamente para nada con tal de conseguir el bronceado perfecto, que por cierto nunca consigo :( (siempre me voy a casa con zonas blancas, rojas y otras bronceadas soy todo un collage andante) y cuando me doy cuenta de que los días transcurrieron muy rápidamente, entonces tristemente pienso que fueron pocos los días que estuve aquí. No quedé con el bronceado perfecto, no terminé mi libro, no comí suficientes cocteles de pulpo (mi favorito), no bebí suficientes piñas coladas… Siempre me queda la sensación de que me hicieron falta días… pero esto es muy buen pretexto para enseguida programar una semana más en poco tiempo, ya que puedes viajar a Acapulco con mucho dinero y pasarla genial en un súper hotel o con poco dinero y divertirte igual de padre!
Me emociona la idea de volver y volverme a sorprender con su bella bahía con su gente con rico calorcito y sus inigualables cocteles ¡yomi!
En resumidas cuentas Acapulco es y será mi lugar favorito para descansar y disfrutar con la familia. <3
Hasta la próxima.