“Hace unos días una amiga encontró a su perrita jugando con algo… hacía poco ruido y se movía mucho”.
Dice la leyenda que antes de que apareciera el fuego, los wixárika llevaban una vida muy triste y dura. En las noches de invierno, cuando el frío descargaba sus rigores en todos los confines de la sierra, hombres y mujeres, niños y ancianos padecían mucho e incluso morían a causa de las inclemencias del clima.
Según cuenta esta leyenda hubo un animalito que se sacrificó para que ellos pudieran gozar del fuego: se trata del tlacuache, que a veces produce mucho rechazo, aunque es sagrado para aquella cultura.
Esta especie la encontramos en Morelos y en la mayor parte de México. Como todos los marsupiales, las hembras tienen una bolsa o marsupio que guarda y protege a las crías lactantes.
Imagino que por su gran parecido a las ratas causa un poco de horror en algunas personas, pero gracias a que hoy en día se habla mucho del maltrato animal y el respeto a cualquier tipo de vida estos animalitos son tratados con más consideración.
Hace unos días una amiga encontró a su perrita jugando con algo… ese algo era un tlacuache, logro quitárselo y lo puso a salvo en una cajita de zapatos pues se supone que era pequeño de edad y de tamaño, y pensó ¿Y ahora que rayos hago?
¿Qué hacer en caso de encontrar un tlacuache?
No lo alimentes. Si por alguna razón el personal capacitado no puede llegar a donde está el animal, puedes intentar ayudarlo; como fue el caso porque era ya tarde como para salir a buscar ayuda y no quiso liberarlo por miedo a que otro animal lo lastimara y es mas no sabía si su perra lo había lastimado, aunque no había rastros de sangre.
Al otro dia busco a su veterinaria que sabría que hacer con el animalito y así fue lo llevo con otra doctora que cuida y rehabilita a estos marsupiales para luego liberarlos, recuerden que esta especie es parte del equilibrio natural. Esperamos que este mamífero tengo una larga vida de tres años, pues lo que viven normalmente.
El tema una vez más es respetar la vida en cualquier forma que se nos presente. Cierta mañana vi a un señor tlacuache (gigante) que caminaba tranquilamente por una banqueta, ¡pero sorpresa de momento quiso cruzar la calle! y todos los autos, gracias a Dios se detuvieron para que el animalito cruzara sin peligro y saben no era un señor ¡era una señora, llevaba a sus crías en su pancita! Una bella escena sin duda. Y es que no nos cuesta nada protegerlos, es más es nuestro deber, pues son buenos combatiendo especies que SI transmiten enfermedades como los roedores y además están en peligro de extinción, son seres sensibles e inteligentes… ¡Protégelos!
Hasta la próxima.
#amoranimal #respeto #tambientienenderechos