Y obvio, ya días antes al 14 de febrero ya tenía listo mi regalo, con mi tarjeta que contenía una larga y cursi declaración de amor.
En fin, descubrí el lado divertido o bonito (como ustedes quieran llamar) de lo cursi y como que le estoy agarrando el gusto. ¡Bueno, ya me creo la reina de la cursilería!
Catorce arreglos flores fue mi primer pensamiento para sorprenderlo, seguro nadie le ha regalado flores y 14 menos, además un enorme oso de peluche abrazando un corazón, una cajita de chocolates y, obvio, algo hecho por mis propias manos, una botella con una foto de nuestro primer beso impreso y está llena de corazones de papel de colores en tercera dimensión y ahí hecha churrito en una hoja blanca mis más tiernas palabras para él. Y ¿por qué no? también un pastel individual en forma de corazón y con la leyenda Te amo.
¡Les advertí que ya soy una profesional!
Después tuve una idea mejor, todo lo anterior, pero reemplazar los arreglos florales por una reservación de un hotel lujoso que incluyera champagne y fresas con chocolate y lógicamente rentar la película “El Titanic”. ¡Mi plan no podía ser mejor! Qué ansia, ya quería que llegara el día.
Día a día fui afinando mi delicioso plan. Fingí como que me daba lo mismo la fecha, es más ni la mencionaba, para que no sospechara. Me encantaba ver su cara de ¨?¨, como diciendo creo que no recibiré ningún regalo en este día de San Valentín.
Bueno para no hacerles largo el cuento, se llego el día, le mandé un dulce menaje donde lo citaba en el hotel.
La incertidumbre me mataba, leyó el mensaje, pero no me contestaba... Yo en la angustia total... Después de 20 minutos por fin una notificación !era de él! Y decía: "amor como nunca me mencionaste nada, hice planes con los cuates y nos vamos a reunir en casa del ‘El Peluso’ y bueno ya quede de llevar la bebida, es onda puros cuates pero como tú les caes muy bien, ¿por qué no te unes al plan?". ¿Cómo, no quiere estar a solas conmigo el rey del romanticismo? ¿No puede decirle a los cuates, perdón pero me salió un compromiso mejor?
¿Es neta, me está invitando a una reunión de borrachos en un día como hoy? Sus letras me dejaron atónita, ese hombre que me enseñó a decir “Te amo”, le vale un soberano cacahuate mi tentadora invitación. Hasta había comprado un aceitito para su masajito que tanto le gusta, ¡snif! profundo.
¿Sabes qué? le contesté no hay problema, ve con ‘El Peluso’, yo me quedare en casa, tengo flojera de salir... “Ok”, fue su entusiasta respuesta.
Hoy 15 de febrero me desperté sintiéndome rara, extraña, no sé cómo explicarlo... Me meto a bañar para salir a desayunar y recuerdo que ayer fue el Día del Amor y la Amistad y que me pasé una noche bárbara con las amigas... Y recordé que no tengo pareja... todo fue un cómico sueño, ya me veo yo mandando besos tronados, ¡por favor! ¿O si fue verdad y he decidido borrar todo de mi mente?...