Consternado por el alboroto, el perro salchicha pensó que se le habían alterado las fechas y que estaba en el 2012. y no sólo eso: el sonido de pisadas desconocidas que parecían arrasar con todo, el ruido de los motores de los pulverizadores, el mover de muebles y el agitar de plantas le hizo pensar que todo eso era la llegada del nuevo gobernador -recuerde que él pensaba estar en 2012- y horrorizado, se imaginó -por el miedo que esa situación le produjo- que había ganado le elección Graco Ramírez.
"Creí que ese señor había tomado posesión y estaba arrasando con todo. ¡Fue horrible!".
Realmente se desubicó el pobre perro y vivió una pesadilla por la falta de visión, pero verdadera (sus ojos ya no le funcionan), no la que enfrentan quienes están en el gobierno.
Afortunadamente la fumigación acabó rápido. Pero fue necesario darle litros y litros de te de tila para que recobrara la calma y terminara por aceptar que no había ocurrido la tragedia que imaginó. Pobrecito.