Los perdedores fueron esos dos partidos, pero especialmente el PAN, porque pese a la movilizaciùn que logrù hacer la criticada obra de repavimentaciùn sigue su curso.
NO entiendo quiÄn fue el estratega de esa protesta, pero si existe la justicia hoy debe estar en una celda de castigo de dos por dos y con orejas de burro. Hasta parece que trabaja para el bando contrario, ya que exhibiù en una sola jornada las alianzas del blanquiazul (con una parte de los ruteros) y la forma en que serçn recompensados (con nuevas concesiones) para el proceso electoral.
Lo peor es la forma en que debilitaron las instituciones, ya que al permitir que los transportistas (de acarreo y taxistas un dÆa y ruteros al siguiente) mostraron que cualquier puede actuar con impunidad y que la ley se aplica sùlo a los enemigos.
Por supuesto, quiÄn peor quedù (aunque en realidad no le interesa) es el director del Transporte, Francisco Alva Meraz, ya que el gremio que supuestamente regula no lo toma en cuenta, por lo menos no le teme.
Los ciudadanos, como decÆa al inicio del texto, ganaron en claridad, porque ahora ya saben lo que pueden esperar. NO hay sorpresas de aquÆ en adelante.