O con el dinero que les da el programa del gobierno federal Oportunidades (inventado por Carlos Salinas de Gortari) o /0 y más (inventado por López Obrador, pero con mejores montos) que hace innecesarios otros incentivos para llevar a gran cantidad de borregos (¿ciudadanos acaso?) a votar cuando se requiere.
O a hacer una manifestación o todo aquello que requiere amontonar gente a favor de una persona o una causa. Tan fácil como llevárselos de excursión gratis a Veracruz, aunque lo barato sale caro y ya tenemos todo el montón de gente que haga falta. Parece que el lema del ciudadano “acarreable” es DADAS, HASTA PUÑALADAS. Hay un gran mercado preelectoral en el que muchos son los que se vende, pero también muchos son los que tratan de comprarlos. Mejor dicho, los compran, porque la misma carne de cañón está disponible para apoyar todo lo apoyable. Sin distingos de partidos, de raza o de credo, ese sector de mis paisanos que busca una ganancia adicional –por muy marginal o miserable que sea- se ha profesionalizado y busca aprovechar al máximo. Y eso también es muy miserable, porque pervierte el espíritu de la democracia y contribuye a que los partidos políticos hagan de nosotros lo que quieren.
Los que se dejan acarrear se han vuelto decisivos en elecciones internas de partidos o de grupos y quieren serlo en elecciones generales, aunque el de Veracruz fue un buen susto que quizá les ponga a pensar un poco en las consecuencias de su egoísmo, porque eso es lo que los mueve, un sentimiento cortoplacista, la falta de interés en pensar más allá, en lo que el futuro que ellos ayudan a construir les puede deparar. Estoy seguro de que usted conoce a esa gente, siempre lista para cuando la llaman. Y debe sorprenderle la miseria que reciben por su sucio trabajo o sus justificaciones, en el sentido de que apoyan a fulano, a zutano y a mengano para estar “palanca” sí alguno de ellos “llega”. Esa miserable actitud es la que hace a los partidos políticos sentirse seguros en cada proceso electoral, aunque sus candidatos sean los mismos de siempre.
Con una ayudadita, con un empujón, pueden desafiar y hace frente al verdadero deseo de los ciudadanos, de los electores que estamos hartos de lo mismo de siempre. Por eso, todos aquellos que “con engaños” (aquí debo contenerme para no doblarme de risa) fueron llevados Veracruz y “manipulados” hoy deben hacer frente a su realidad. Para que se les quite. Ellos nos dañan a todos nosotros. Es una lástima que los hayan atrapado sólo por tratarse de una venganza del PAN contra el PRI, no por un verdadero acto de justicia. Mario Benedetti, en uno de sus poemas, señala algo así como que (cito desde mi muy mala memoria) el suicidio no absuelve a los torturadores, pero algo es algo.
Y lo mismo digo sobre los que fueron atrapados en la maniobra. Algo es algo. Por supuesto, como son los panistas lo que manejan los mecanismos de la procuración de justicia, no se atraparan a sí mismos. Pero hasta a ellas les llegara.