Pero lo que le pasó no es extraordinario, porque en el mundo real pocos políticos caen ante las fauces (chimuelas) de la justicia y los que llegan (seguramente por error) la libran fácilmente.
Debido a esa situación, las cosas no han marchado para bien, sino al contrario.
Luego de ver la impunidad de que gozan quienes tienen el control de los recursos públicos, otro tipo de ladrones también quiso el mismo trato. Y al final de cuentas lo obtuvieron.
Por eso las cosas están como están en México y en Morelos.
Lo que le pasa a Pingo y al Canito por ingenuos en realidad nos pasa a todos, pero no decimos nada por que creo que hasta nos gusta.
Por ejemplo, en lugar de exigir que las corporaciones policiacas funcionen como se debe o que se investiguen con éxito los delitos y los que delinquen acaben en la cárcel con una sentencia, la gente saldrá hoy con su camisa blanca a “pedir paz”, cualquier cosa que eso signifique, cuando lo que hay que hacer es reclamar a los funcionarios que cumplan con su tarea.
Al final de esta jornada las personas se sentirán satisfechas y se irán a sus casas a la espera de otra convocatoria light como ésta. Y nadie hará un verdadero reclamo.
Pingo, que para meterse en los monólogos ajenos se pinta solo, dice al respecto que cada nación tiene el gobierno que merece, pero yo no lo creo, no podemos ser tan malos para merecer ese castigo ¿o si?