Les contaré que ya tuve acceso a los resultados de esa investigación, pero en realidad resultó ser una lista de leperadas que se inventó el Pingo para satisfacer sus ansias de venganza contra los políticos, de los que dice son unos irresponsables que se están acabando lo poco que nos queda (en realidad dijo más fuerte, pero eso de allí es la traducción).
Así es que como esta es una columna respetable y para todo público, no reproduciré aquí la lista de lo que supuestamente pedirán aquellos a los que les encanta darse la buena vida a costillas de los demás (los políticos, por supuesto) aunque –como casi siempre- Pingo tiene razón en su lista de sugerencias.
Por lo pronto, mejor esperemos a que el lunes se haga público lo que nuestros políticos recibieron de manos de santa Olaus, aunque todos sabemos que ese señor sólo trae cosas a los que se portan bien, por lo que a ningún de ellos les traerán o, si acaso, un cuerno retorcido.
En realidad ellos –sabedores de su condición pecadora- se compran sus propios regalos y los colocan estratégicamente como si el señor gordito y que viste de colorado fuera el generoso.
Pingo, como siempre, tiene razón.