Por eso resulta molesto escuchar la estación de radio recién rehabilitada por la dirección de Radio y Televisión del Congreso local, la que en sus inicios fue Estéreo Viva, en Jojutla y hoy creo que llaman Jojutla FM.
Invertir dinero en esa frecuencia no fue un favor de los diputados hacia el organismos operador, pero ellos, los legisladores, así lo presentaron, sobre todo Omar Guerra, cuando en realidad la acción fue el simple y llano cumplimiento de sus obligaciones.
Pero tanto esfuerzo ha servido sólo para crear una sucursal del canal televisivo de cable llamado “Bandamax”, porque sólo se toca el tipo de música comercial que el canal de Televisa promueve.
Alguien parece no entender que la radiotelevisión pública es más de servicio social que de búsqueda de la audiencia sólo a través de contenidos comerciales, como se le denomina a los productos puestos de moda por las empresas del ramo que forman la “cultura” musical de los mexicanos..
Mientras que el Estado mexicano tiene la obligación de difundir los valores consagrados en la Constitución y las leyes subordinadas, usted escucha en un ligar que se paga con los impuestos canciones que exaltan gratuitamente el machismo, el consumo de alcohol, la maravilla de hacerle transa al prójimo, el control de la mujer a golpes, lo que se puede hacer con el dinero (con letras que creo dicen cosas como “las mejores viejas, los autos del año...) aunque no dicen como tener ese dinero... en fin, la exaltación de una extraña vanidad y la búsqueda de cosas que por lo general no están al alcance del ciudadano mexicano, menos sí este es joven, como la mayoría de la población del país.
Todo eso no se entiende porque una estación permisionada (o sea, con un permiso del gobierno federal, no con una concesión) no tiene como finalidad el lucro, por lo que ni siquiera se puede poner ese pretexto en la defensa de una programación tan alejada del servicio público, pero tan propicia a lograr audiencia y no a formar mejores ciudadanos, como debería ser –considero- la finalidad de un organismo público.