Eso resulta muy extraño y n parece tener explicación a la vista, a menos que haya enloquecido al contagiarse por sus objetos de estudio, los políticos.
El Pingo es muy, pero muy aficionado a estudiar a esos seres tan –según sus propias investigaciones- carentes de compasión, humildad, ética y principios y que sin embargo –o gracias a ello- dominan el mundo.
Su espíritu científico lo lleva a acercarse mucho a ellos para no perderse ningún detalle, al grado que no hace mucho hasta las pulgas le pegaron.
Por eso no sería raro pensar que su comportamiento de las últimas horas obedeciera a al contagio de algún mal. Para empezar tuve miedo de que le pegaran lo cleptómano, pero al final mis temores fueron infundados y las causas, lógicas.
Resulta que el domingo Pingo se enteró de que finalmente los perredistas, gravemente afectados de la vista y la razón, finalmente habían confirmado que Graco será su candidato a gobernador.
Eso alteró al Pingo porque piensa que si Amado Orihuela acumula errores y se dan ciertas combinaciones astrológicas –no es cierto, Pingo es muy listo y no cree en los horóscopos y ese tipo de tonterías- Graco podría convertirse en el primer gobernador tabasqueño de Morelos.
Ante esa perspectiva, el astuto can ya juntó sus cositas para preparar su exilio si semejante, remota y horrenda posibilidad se concretara.
Pingo dice que en un gobierno graquista no habría “Año de Hidalgo “ (c .. el que deje algo), ni de Carranza (porque el de Hidalgo no alcanza), sino que el sexenio sería de “de Miguel” (todo pa´Miguelito) lo que no se me hace una metáfora muy inteligente pero así lo dice el Pingo y a eso qué le vamos a hacer.
En fin, que el pobre se ha llevado un susto mortal gracia a que los perredistas ratificaron a su súper candidato.