Ha descubierto que eso seres maléficos han desarrollado una terrible resistencia (envueltos en una capa protectora de cinismo e inmoralidad) ya que lo que defienden es muy importante para cualquiera al que le guste vivir del cuento, sin trabajar, sin asumir responsabilidades y con todo el dinero del mundo a su disposición.
Las medidas que el audaz pero ingenuo can ha pensado ejecutar para salvar al género humano de los políticos –no olvide usted que el perro es el mejor amigo del hombre, de allí su vocación- han terminado anuladas por sus enemigos, excepto una que nunca ha podido aplicar: la castración –a mordidas- como castigo para la corrupción.
Por eso, prepara una iniciativa de ley –así dijo- para legalizar la medida.
De eso les platicaré más adelante.