Si se aprueba, cualquiera de nosotros podrá ser detenido sin necesidad de orden de aprehensión. Bastará con que nos “cuadren” cualquiera de los muchos delitos graves que contempla esta ley. Que luego con muchas dificultades se demuestra la inocencia será irrelevante, porque el tiempo perdido en la cárcel ya nadie lo recupera.
Es la ley perfecta para reprimir a la sociedad y no garantiza que se combatan mejor los delitos.
Así como son nuestros legisladores seguramente la aprobarán. Y eso suena terrible.
Para eso sirven las distracciones, como pensar en el copete de Peña Nieto o las penas de Josefina Vázquez Mota.
Así, ni cuenta nos damos de lo que nos quieren hacer.
Por favor, infórmese.