Los ciudadanos no somos indiferentes a lo que nos rodea, aunque lo parezcamos, y queremos escuchar ideas y no sólo slogans, frases cantadas que apenas dejen entrever una media oración que a veces puede sonar más como amenaza que como propuesta.
Y eso no es sólo a nivel estatal, sino nacional y municipal, (ponga usted las cosas en cualquier orden, que el resultado es el mismo) y los debates deberían contribuir a clarificar un poco las cosas pero en México no están hechos para eso.
Y lo que está en juego el primero de julio no es cualquier cosa, no es un reparto de huesos cualquiera, es el futuro de la nación y de la entidad, lo que seremos usted, sus hijos y sus nietos.
Así es que ojala y por lo menos en la universidad sí haya debate y no una pasarela de puro lucimiento y nada de aportaciones.