Simplemente nadie en esta tierra (bueno, sí, dos o tres) le dio importancia a lo que dijo el eterno buscador de huesos a cualquier costo, que ha puesto a los pies de quien ha querido los “35 mil” simpatizantes de Morena que están “tras sus espaldas”.
Lo que Iragorri no sabe es la verdadera naturaleza de esa agrupación. Aunque quizá si lo supiera igual la ofrece el mejor postor.
Y lo que pasa en la política pasa mucho en el gremio en el que me desempeño, pero allí sí con más éxito.
Muchos de los que se dicen representantes de los periodistas tienen más poder de convencimiento que el propio Iragorri y obtienen beneficios personales, que al trascender sólo provocan que el gremio se divida más.
Lo anterior sale a colación porque el jueves 7 es la fecha en que los priistas conmemoraban el día de la Libertad de Prensa, y una fecha que a nivel nacional en realidad era el día del presidente y a nivel local el día del gobernador, porque los festejados llenaban de elogios “su sacrosanta guía para llevar a buen puerto y hasta lugares insospechados los fundamentos de la sociedad… bla, bla, bla”
Ahora ya no sabemos ni cuando conmemorar. De repente quieren poner de moda una fecha, el 3 de mayo, que nadie sabe de dónde surgió pero que tiene carácter “internacional”.
En fin, división es lo que nos sobra. Excepto –hay que reconocerlo- en los peores momentos.