Pero ya falta menos, mucho menos. Y conforme el reloj avance se incrementarán los carros de sonido a todo volumen mañana tarde y noche.
Las banderas de todos los colores que se agitan en los cruceros más importantes también se incrementarán, así como los mítines en plazas y cualquier centro de reunión.
Serán tres semanas frenéticas y perturbadoras, pero luego volveremos –por fin- a la normalidad, excepto en aquellos lugares donde los grupos políticos acostumbran hacer de las suyas como método de chantaje para que les toque algo aunque hayan perdido.
Pero, ánimo, ya falta menos. Resista, amigo ciudadano. Y eso sí, preparé para votar. El que calla otorga.