En fin, la congruencia no abunda en estos días, sobre todo en las últimas horas, cuando no sólo en las palabras, sino también en los hechos la gente que tiene una posición pública se apresura en demostrar que no se debe confiar en ella.
Basta con ver la ola de priistas que se pasó al PRD, los perredistas que ahora son tricolores, los panistas que se fueron con Amado o con Graco y multitud de acciones más que demuestran la escasez de congruencia, la falta de valores morales y la ausencia de ética.
Por eso los ciudadanos debemos darles una buena lección a los políticos y acudir a las urnas el domingo primero de julio. Es difícil decidir por quién votar, pero al hacerlo deforma masiva les romperemos a todos el esquema. Quizá no estaremos mejor, pero estaremos peor si no votamos.