Algunos son hábiles para adaptarse al medio ambiente, aún cuando éste los rechaza. Tal es el caso de Vinicio Limón Rivera quien, sabedor de que como líder obrero ya no tiene la hegemonía en la entidad, aparece ahora como empresario, con la vana idea de que así le irá mejor.
Por supuesto que le va mejor de empresario, pero porque parte con la ventaja de usar recursos derivados de su representación obrera, no porque como capitalista emanen de él mayores influencias.
Pero les decía, todos están puestos para pedir. Ignoro cuánto tiempo esperarán una respuesta, pero ese es el tiempo en que Cuernavaca vivirá la misma paz y tranquilidad que ayer se palpaban en las calles.
Ojalá que sea mucho.