Esa cinta, norteamericana y universalmente famosa que aquí se llamó "volver al futuro", es la fuente de inspiración para los panistas, priistas y perredistas sin calidad moral (que los hay, como usted comprenderá, Fidel Demédicis) que quieren realizar a toda costa la entregar de los recursos petroleros a gobiernos y empresas extranjeros, sin poner a pensar que de allí ha salido el dinero para compensar las fallas económicas reiteradas que los gobiernos federales han acumulado.
Del dinero del petróleo ha salido, pués, el dinero para sacra al buey de la barranca. Y sin petróleo, la falta de dinero dejará a los bueyes embarrancados. Más es lo que ya estamos.
Es una terrible traición a la patria permitir que el Estado mexicano deje de tener el control de los hidrocarburos.
Pero hay tantos intereses, tanto dinero de por medio, que ya no importa a los legisladores involucrados guardar las apariencias. Los panistas siempre han sido vendepatrias y por ellos no hay problemas. Solo son consecuentes con su actitud de toda la vida.
Sin embargo, en otras épocas perredistas y priistas tenían una gran postura nacionalista que ojalá vuelva a encenderse, para que no culmine la maniobra.
Porque quienes la llevan adelante, con justificaciones morales basadas en la película que les citaba líneas arriba, quieren llevar a México a antes del 18 de marzo de 1938.
Y allí no hay retorno.
Disculpe, amable lector, que le moleste una y otra vez con el tema, pero si la batalla se pierde, prefiero ser de la minoría que hizo algo aunque no haya funcionado.
El Poder y La Gloria
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Regreso al pasado (a febrero de 1938)
Los partidos políticos que tienen en su conjunto la presentación mayoritaria en el Congreso de la Unión y que se creen con derecho a disponer de la vida de más de 110 millones de mexicanos se creen más hábiles que el científico loco que en 1985 mandó a un joven al pasado en la prueba del invento que le llevó toda una vida.
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