Ahora las noticias serán de tipo policiaco, especialmente el saldo negro provocado por tanta fiesta y, sobre todo, tanto alcohol.
No sé si haya aún futbol, pero creo que ni ese consuelo tendrán mis paisanos hipnotizados por la tele. Y para colmo, ni siquiera es año pre electoral, así es que la diversión gratuita y pública será más que escasa.
En doce meses las cosas serán muy distintas, pues lo que quede de este país estará en plena campaña aunque las campañas estén prohibidas a esas fecha. Quizá sería mejor ver las cosas desde otro ángulo y no desde el aburrimiento que se avecina: la presente es una época para descansar, para olvidarse de los políticos (que por cierto hace muchos e olvidaron de nosotros) para no escuchar mensajes demagógicos y falsos. Para tener la (falsa) idea de que vivimos en un mundo donde los partidos no controlan todos los detalles de nuestra vida y todo el dinero de la sociedad (que destinan a su provecho). En pocas palabras: que bueno que la política se reducirá a su mínima expresión en estos días.