Todo sea en pro de la libre competencia, dicen los que saldrán beneficiados.
Ya puestos en eso de la apertura de mercados, es justo y necesario que el gobierno estatal demuestre su modernidad y abra el servicio de transporte público a la verdadera competencia.
En otras ocasiones he abordado el tema: hay demasiados vehículos del transporte público y sin embargo, pese al exceso, las tarifas son demasiado altas, porque la autoridad del ramo protege al gremio y evita que el cobro del pasaje sea en función de la oferta y la demanda.
Si sólo se fija la tarifa máxima y se promueve que se pueda bajar a conveniencia del transportista que quiera captar más pasajeros, la población morelense verá cómo se abarata el transporte.
Los taxis no están regulados y fijan sus propias tarifas. Ellos han creado un servicio especial con un costo intermedio, cuando dan servicio colectivo. Es más alto que la "ruta" pero más bajo que un viaje en taxi.
Y a los usuarios les conviene y por eso usan ese servicio irregular.
Por supuesto, David Gómez Basilio nunca pondría en funcionamiento algo así, porque él trabaja para sus amigos ruteros y taxistas.
Pero eso sí sería modernidad y nueva visión: que el mercado regule las tarifas en un lugar donde hay un exceso de oferta y la demanda está estancada.
Abaratar el transporte llenaría de puras cosas buenas a la autoridad. Allí le dejo la idea a Jorge Messeguer, ahora que quiere ser candidato a alcalde. Tendría muchos votos si hace algo que técnicamente puede y está en sus manos.
El Poder y La Gloria
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Modernidad
La reforma energética ya es una realidad. Los traidores a la patria que la impulsaron la han dejado lo suficientemente amarrada como para que no pueda revertirla una "consulta popular" o cualquier otro instrumento salido de mentes calenturientas pero fantasiosas.
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