Las posturas serias que adoptan muchos diputados a la hora de que hay fotógrafos y cámaras de televisión ya no son creíbles para los gobernados.
Sin embargo, el Poder Legislativo -por lo menos su sede principal- es el lugar preferido para manifestarse, desplazando a la mismísima plaza de armas.
Hoy, con la anunciada participación de la gente que trabaja y vive de los circos, habrá una imagen poco usual de una protesta.
Y no me refiero a Manuela Sánchez y otros como ella, sino al circo verdadero, no al que se monta cada vez que quieren algunas prebendas de "papá gobierno", como se le decía antes, en los lejanos tiempos en que en Morelos gobernaba el PRI (algo que hace catorce años no ocurre) y repartía sus dádivas de acuerdo al criterio y buen o mal humor del señor en turno.
En fin, hoy son otros tiempos. El grueso de la gente se conforma con protestar vía twitter o facebook. Apretar el botón de "me gusta" se considera un enorme esfuerzo reivindicativo.
Triste pero sé que aún hay esperanza.